Embarcada a un viaje sin retorno, sintiendo el peso de la vida en la espalda, sin suponer como sería, el camino se encarga siempre de llevarte para donde menos lo esperas...
Creí que los sueños se hacen realidad, creí que en otro espacio, tiempo y lugar podríamos encontrarnos. Creí también que la intensidad había cambiado, que era diminuta; creí en mi capacidad de expresar, creí que la vida se decide en un segundo, creí que con sólo pedirlo trazaría un nuevo camino que me lleve devuelta hasta a ti...
Creí que podría hablar y decirlo todo... Ahora soy la sombra de lo que creí, lo más incierto de todo es que a pesar de olvidar como se habla, sigo creyendo...
